Alexander Calder le dio movimiento al arte abstracto. Este es un homenaje a su legado.

El punto de partida fue la esencia de la colección en sí misma. Un set de aretes statement esculpidos a mano cuidadosamente, inspirados en sus móviles de la década de los 60’s. Para esta campaña imaginé un escenario urbano de fachadas vintage con motivos geométricos y bloques contundentes de color.

Como atrezo, se recreó el retrato del pintor francés Amédée Ozenfant, esculpido en alambre en su momento por el mismo Calder, junto con un set de espejos cortados a la medida de sus siluetas orgánicas más esenciales. El resultado es una campaña fotográfica que explora la luz natural sobre las reflexiones geométricas y las esculturas lineales, o como el artista les llamaba ‘dibujos en el espacio’.